
Refuerzan controles de seguridad en Caacupé tras violento asalto en el barrio San Miguel
El subcomisario Herminio Gamarra informó que se reforzó la presencia policial mediante el patrullaje constante de cinco móviles y cuatro motocicletas. Estas unidades operan tanto de día como de...
El subcomisario Herminio Gamarra informó que se reforzó la presencia policial mediante el patrullaje constante de cinco móviles y cuatro motocicletas. Estas unidades operan tanto de día como de noche, con el objetivo de prevenir hechos punibles y brindar mayor tranquilidad a la ciudadanía.
Gamarra instó a los vecinos a colaborar con las autoridades denunciando cualquier situación sospechosa o presencia de personas adictas a estupefacientes, quienes según dijo muchas veces se ven involucradas en hechos delictivos como robos, asaltos y hurtos.
La medida fue adoptada tras un asalto que conmocionó al barrio San Miguel, ocurrido el lunes por la noche sobre la calle 8 de Diciembre. Una mujer que transitaba por la zona fue interceptada por dos delincuentes, quienes la amenazaron y le robaron su motocicleta. El ataque quedó registrado en cámaras de seguridad de la zona, y las imágenes se viralizaron rápidamente, generando indignación y temor entre los vecinos.
Gracias al seguimiento del caso, la Policía logró la captura del primer implicado, identificado como Julio César Ortega, mayor de edad y domiciliado en Caacupé. Su detención se produjo pocas horas después del asalto, y permitió avanzar en la identificación del segundo cómplice.
El segundo sospechoso, José Douglas Gómez Domínguez, fue ubicado este miércoles en el Hospital Nacional de Itauguá, donde había ingresado como paciente. Tras recibir el alta médica, intentó ocultarse en el refugio del centro asistencial para evitar ser capturado. Sin embargo, la policía logró detenerlo en el lugar y de su poder fue recuperada la motocicleta que había sido robada a la víctima.
Caacupé: preocupan aumento de robos y casos de violencia familiar
Preocupación de vecinosVecinos del barrio San Miguel manifestaron su preocupación por el nivel de inseguridad que se vive en la zona, y exigieron una mayor presencia policial y políticas públicas que apunten también a la prevención y el tratamiento de adicciones.
“Ya no se puede caminar tranquilo. Esto pasa cada vez más seguido, y muchas veces no se denuncia por miedo o por falta de confianza en la justicia”, expresó una pobladora que prefirió mantenerse en el anonimato.
Desde la comisaría local aseguraron que continuarán con los patrullajes preventivos y los operativos de control en puntos estratégicos de la ciudad, especialmente en horarios nocturnos y en las zonas más vulnerables.