El operativo nacional de distribución de los pupitres “chinos” comenzó el 21 de marzo, a cargo de la empresa Kamamya S.A., adjudicada por Itaipú Binacional para la provisión de 330.000 unidades por un valor de US$ 32 millones. Pese a la magnitud del contrato y a la urgencia planteada por el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC), en el departamento de San Pedro solo llegaron mesas y sillas a Capiibary, Yrybucuá y Santa Rosa del Aguaray.

En Santa Rosa del Aguaray, el mobiliario fue ensamblado en el centro recreativo municipal; y con acompañamiento de personal militar se entregaron. Durante el operativo también se retiraron los muebles viejos con el argumento de repararlos y redistribuirlos en otras instituciones, pero hasta ahora esa promesa tampoco fue cumplida.

La entrega avanza a cuentagotas, mientras la educación en San Pedro continúa sumida en la precariedad. La exclusión de la industria nacional en la compra fue justificada por la supuesta incapacidad de los proveedores locales de cumplir con los plazos requeridos. Sin embargo, la demora en la distribución y la falta de planificación demuestran una preocupante ineficiencia.

En 3 meses, Itaipú no entregó ni la mitad de los pupitres chinos

Ante el abandono estatal, son las propias comunidades las que buscan soluciones. En San Pedro de Ycuamandyyú, por ejemplo, la Escuela Taller reparó y reacondicionó los muebles del Colegio Nacional General Samaniego, de Puerto Antequera, en un esfuerzo conjunto que demuestra el compromiso ciudadano con la educación.

Mientras tanto, miles de estudiantes siguen esperando condiciones mínimas para aprender, en medio de la desidia y el incumplimiento del Gobierno nacional.