La falta de agua potable en una escuela de Alberdi se agrava en esta época de intenso calor. Los padres deben comprar constantemente agua mineral para que los alumnos puedan hidratarse.

Pobladores de Alberdi exigen mejoras en salud y seguridad

La Escuela básica N° 1665, Mariscal José Félix Estigarribia, ubicada sobre la ruta principal PY 19, en la compañía Acevedo Cué, a 8 km ante de llegar a la ciudad de Alberdi, no cuenta con servicio de agua potable.

Como en gran parte de Ñeembucú, el agua subterránea en la zona no es potable debido a su alto contenido de hierro. Aunque la institución posee un pozo artesiano, el agua extraída es salada y no apta para el consumo, según explicó la encargada de despacho Carolina Valenzuela.

“En cuanto a infraestructura estamos bien en comparación con otras instituciones, contamos con los equipamientos necesarios”, señaló.

Agregó que, si bien las paredes del edificio necesitan mantenimiento, no existe peligro de derrumbe. “Luego de la construcción de la Ruta PY 19, nuestra institución quedó en un nivel más bajo, lo que provoca que se inunde con facilidad en épocas de lluvias. Debido a esto, las paredes se deterioran, pero no representan un riesgo estructural, aunque sí requieren mantenimiento”, explicó.

La directora reiteró la urgencia de contar con agua potable en la institución. “El agua del pozo artesiano es salada y no apta para el consumo, por lo que la escuela no dispone de agua potable”, enfatizó.

Mencionó que habitualmente la Municipalidad envía un tambor de agua por semana para el consumo de los estudiantes, mientras que los padres también compran agua mineral. “Solo utilizamos el agua salada para la limpieza”, señaló.

La encargada de despacho Carolina Valenzuela expresó su preocupación por la migración de los escolares debido a la falta de oportunidades en la comunidad. “Muchos niños dejan la compañía y se trasladan a la ciudad con sus familias en busca de trabajo. Actualmente, solo contamos con 20 alumnos matriculados”, indicó.

Según los pobladores de Acevedo Cué, la crisis económica obliga a muchas familias a abandonar sus comunidades en busca de mejores oportunidades, una realidad que se repite en varios distritos de Ñeembucú.