
A 25 años de las negociaciones, Mercosur y Unión Europea aún no logran cerrar acuerdo comercial
BRUSELAS, Bélgica. En 1999 los cuatro países del Mercosur (Paraguay, Argentina, Brasil y Uruguay) acordaron con los países de la Unión Europea (UE) el inicio de las negociaciones para alcanzar ...
BRUSELAS, Bélgica. En 1999 los cuatro países del Mercosur (Paraguay, Argentina, Brasil y Uruguay) acordaron con los países de la Unión Europea (UE) el inicio de las negociaciones para alcanzar un acuerdo comercial. En los papeles, desde el bloque subregional sudamericano se podrá exportar a Europa productos para un mercado de 450 millones de personas. En reciprocidad, la UE podrá acceder al Mercosur, que cuenta con 270 millones de ciudadanos. En total, estamos hablando de 720 millones de consumidores.
Acuerdo Mercosur-UE: el siguiente paso para su entrada en vigor y la resistencia europea
En diciembre de 2024, en Montevideo (Uruguay), altas autoridades de ambos bloques ratificaron el documento suscrito en 1999 y firmaron el acuerdo de tratado de libre comercialización, que busca suprimir la mayoría de los aranceles en ambas zonas.
En una serie de interesantes charlas en esta ciudad con importantes autoridades de la Comisión (que es la voz de la Unión Europea), el Consejo (la voz de los países miembros) y el Parlamento europeos (que representa a los pueblos), un grupo de periodistas de Paraguay, Ecuador, Perú y Uruguay tuvo la oportunidad de escuchar la visión de los jefes de diferentes divisiones de las instituciones europeas que trabajan día a día con estos temas. De paso, hubo un interesante intercambio de puntos de vista.
Desde la Comisión Europea tienen la esperanza de cerrar este acuerdo a fines de este año, haciendo la salvedad de que el calendario diplomático nunca tiene día ni hora. Sostienen que “el Mercosur no es una amenaza para los productos europeos”.
Agro francés pide más presión contra el acuerdo UE-Mercosur
Sin embargo, algunas autoridades gubernamentales europeas como el caso de la ministra francesa de Agricultura, Annie Genevard, exteriorizaron una vez más su preocupación porque consideran que los productos agrícolas del Mercosur afectarían la producción local. Austria y Hungría se expidieron en el mismo sentido.
Uno de los cuestionamientos fuertes es que Brasil obtuvo una suerte de protección para su sector automotor pero los europeos no lograron lo mismo para el rubro agrícola. De esta manera, en caso de que entre en vigencia el acuerdo, el Mercosur podrá exportar con mayor facilidad a Europa carne, azúcar, soja, miel, entre otros productos, tan sensibles para el mercado europeo.
En contrapartida, los europeos encontrarían una pista despejada para sus automóviles, máquinas y productos farmacéuticos.
Otro obstáculo: La turbulencia y realidad geopolíticaLa turbulencia mundial y la realidad geopolítica cambiaron bastante en el transcurso de los 25 años, motivo por el cual el acuerdo birregional no avanzó como se pensaba en un principio. Europa preocupada hoy por la guerra entre Ucrania y Rusia, el avance silencioso y efectivo de China, las políticas del gobierno de EE.UU. de Donald Trump y la manipulación en el contexto de la desinformación propiciada por grupos políticos, que cada vez se vuelve más agresiva.
En cambio, el Mercosur -y gran parte de América Latina- sufre retrocesos democráticos y sus habitantes son víctimas de malos gobiernos, que se sumergen impunemente en la corrupción. Esto afecta fuertemente a la calidad de vida de los sudamericanos.
Ni hablemos de la fuerte presencia del crimen organizado y el narcotráfico, que ponen de rodillas a instituciones enteras y consecuentemente ahuyenta la inversión extranjera seria. Con este combo de situaciones, no podemos hablar de estabilidad ni de seguridad jurídica ni ciudadana, claves para el desarrollo de las naciones.
La Unión Europea dice estar preparada para la firma pero desde el Mercosur hay muchas dudas. En julio asume Lula da Silva la presidencia del bloque y veremos si en diciembre de este año se logra sellar el acuerdo en Brasil, a 25 años del inicio de las negociaciones.
No puedo olvidar lo que nos decía el entonces comisario europeo, el español Manuel Marín, durante la primera visita a Bruselas a mediados de los ´90. En una charla informal también con un grupo de periodistas sudamericanos, le consultamos a Marín porqué no avanza el acuerdo birregional UE-Mercosur. Antes de responder a la consulta pidió disculpas a los sudamericanos presentes por el siguiente ejemplo, que buscaba graficar su respuesta.
Marín, sin vueltas, respondió: La Unión Europea es un transatlántico en el mar. Pesado, burocrático pero se mueve lentamente aunque no nos damos cuenta tal vez en la inmensidad del océano. Sin embargo, el Mercosur es un jet ski en una laguna: hace mucho ruido, da miles de vueltas pero no avanza a ningún lado.
Esa comparación es tan dolorosa pero cierta.
Datos importantesSegún datos del servicio de estudios estadísticos de la Comisión Europea (Eurostat), el intercambio comercial entre ambas regiones supera los 109.500 millones de euros (115.904 millones de dólares) anuales.
En 2023, las exportaciones de Europa hacia el Mercosur alcanzaron un valor de 55.700 millones de euros (58.957 millones de dólares), mientras que las importaciones provenientes de esta región sumaron una cifra similar de 53.800 millones de euros (56.946 millones de dólares).
Entre los principales productos exportados por la Unión Europea al Mercosur destacan materiales de transporte, productos farmacéuticos y piezas de automóviles, que en conjunto representan el 35 % del valor total exportado.