En la primera jugada, Juan Rodrigo Rojas no se animó a definir y asistió a Maná, quien remató al bulto. En la siguiente, el volanta realizó un gran enganche dentro del área, quedó solo y ya no dudó para abrir el marcador.

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El tanto de Luqueño llegaba en la recta final de la primera parte, en el momento donde comenzaba a crecer en su juego, luego de afrontar varios minutos en los que fue superado por su rival.

El entrenador de Guaraní, Lucas Bovaglio, realizó modificaciones en su onceno, comparando el equipo que cayó ante el mismo rival por Copa Sudamericana en la semana. Esas variantes le dieron mayor frescura, velocidad y muy buen juego asociado al aurinegro, que generaba y encontraba espacios de mitad de cancha hacia adelante.

Pero su problema estuvo en la terminación. Si bien se les hacia fácil generar ocasiones ofensivas, se les complicó bastante tener una chance clara.

La intensidad ejercida de a poco fue pasando factura en lo físico, algo que permitió a el auriazul pueda comenzar a salir del acecho del que se encontraba. Las pelotas largas empezaron a encontrar a los receptores, que la trabajaban con claridad a la espera de la llegada de compañía. Cuando se asociaban por derecha, el local siempre generaba sensación de peligro.

La segunda parte Guaraní arrancó nuevamente con mucha intensidad, pero continuó con las mismas falencias al intentar culminar todo lo que elaboraba en ofensiva. Por su parte, Luqueño lo jugaba con inteligencia, alternando salidas rápidas con juego asociado.

Los cambios de Bovaglio no lograron cambiarle la cara a la falencia en ofensiva que mostró durante todo el juego el aurinegro. Ya en el final, un remate de Manzur que pego en el palo y un cabezazo de Zaracho, pusieron suspenso al triunfo local.

“Soy una persona fuerte. Estamos con ganas de seguir, nos duele muchísimo la situación, pero nuestro deseo de revertir este momento está firme”, expresó el entrenador de Guaraní, Lucas Bovaglio, ante la consulta de si está con fuerzas para continuar y revertir esta situación complicada.

En cuanto al desarrollo del juego, el DT explicó: “El primer tiempo fue bueno, pero lamentablemente nos fuimos en desventaja. En la segunda parte el rival achicó líneas y se hizo muy difícil encontrar esos espacios para repetir lo que hicimos en la primera parte”.

Seguido, el técnico aurinegro dejó en claro: “Sabía que esta situación podían aparecer. Una seguidillas de malos resultados y merma de rendimiento colectivo e individual. Es un momento donde más que nunca hay que estar codo a codo, seguir creyendo y que este mal trago se va a acabar”.