
Pequeños productores y oleros de Ñeembucú piden ayuda urgente ante las nuevas inundaciones
Las intensas precipitaciones registradas en los últimos días agravaron la situación de los pequeños y medianos productores del departamento de Ñeembucú, que vienen enfrentando desde hace mese...
Las intensas precipitaciones registradas en los últimos días agravaron la situación de los pequeños y medianos productores del departamento de Ñeembucú, que vienen enfrentando desde hace meses el anegamiento de campos y potreros.
Pobladores de Punta Diamante reclaman asistencia urgente ante la inundación
La acumulación de agua afecta principalmente a la cría de ganado, a la producción agrícola y a los oleros generando fuertes pérdidas económicas.
Los productores, nucleados en la Asociación de Pequeños Productores de Ñeembucú, expresaron su preocupación por la que califican como una “crisis prolongada”, que tuvo su origen en el taponamiento de los cauces hídricos provocado, según denuncian por las modificaciones realizadas por empresas arroceras instaladas en la zona.
Supuestamente los terraplenes y reservorios construidos para el riego del arroz habrían alterado el escurrimiento natural de las aguas, generando una “inundación artificial” que hoy se ve agravada por las lluvias.
El presidente de la Asociación, Javier Rolón, solicitó la intervención urgente de las autoridades para realizar trabajos de limpieza en los principales cauces afectados.
“Pedimos al Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) y a la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) que nos ayuden con al menos tres retroanfibios para limpiar los canales de los arroyos Montuoso, Yacaré, Las Hermanas y Ñeembucú, de modo que el agua pueda correr hacia el río Paraguay”, expresó.
Rolón afirmó que el impacto en la producción ganadera es “crítico”, ya que muchos pequeños productores perdieron animales recién nacidos.
“Están muriendo nuestros terneros porque los potreros y los caminos están bajo agua; eso significa una pérdida enorme para nosotros”, lamentó.
Además del sector ganadero, otro rubro golpeado por las inundaciones es la olería en la zona de Valle Apu’a, distrito de Pilar.
El trabajador Alberto Martínez, con décadas de experiencia en la fabricación de ladrillos, sostuvo que la actividad está completamente paralizada.
“Estamos sin trabajo desde octubre; las olerías de toda esta zona están detenidas. En un año y ocho meses ya estamos otra vez bajo el agua, algo que antes no ocurría. Se dice que son las arroceras, otros culpan a las compuertas del arroyo Ñeembucú, pero lo cierto es que el agua no sale y somos los perjudicados”, manifestó.
Martínez cuestionó la falta de respuesta institucional y afirmó que “las pérdidas son enormes”, no solo para los trabajadores del barro, sino también para sus familias, que dependen de esa actividad artesanal.
Doña Mirian Pérez, otra trabajadora olera de Valle Apu’a, relató con angustia la difícil situación que atraviesan.
“Hasta ahora ninguna autoridad se acercó a vernos. No hay propuestas, nadie vino a ofrecernos ayuda. Estamos sin trabajo, sin ingresos y sin respuestas. Las autoridades desaparecieron”, expresó con resignación.
Los productores insistieron en la necesidad de que el Gobierno Nacional y las instituciones competentes articulen una respuesta inmediata para evitar mayores pérdidas.
Mientras tanto, los campos de Ñeembucú siguen bajo el agua y la esperanza de una solución se hunde junto con los caminos rurales.
