“Definitivamente, hay causales suficientes, si esto está debidamente comprobado, para que la senadora Noelia Cabrera pierda su investidura”, afirmó Nakayama en declaraciones a la prensa.

El legislador calificó el hecho como “una bofetada al pueblo paraguayo” y cuestionó que casos como este sigan ocurriendo con total impunidad. A su juicio, no basta con la simple renuncia de los funcionarios involucrados Iván Ramiro Giménez Cabrera (25 años) e Iris Rebeca Giménez Cabrera (20 años) para dar por cerrada la situación.

“Entonces, ¿qué mensaje le estamos dando a la ciudadanía? ¿Qué pueden hacer los desmanes que quieran hasta que se les descubra? El pecado parece ser que se les descubra, no el hecho en sí“, reprochó el senador.

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Nakayama insistió en que la responsabilidad de la senadora Cabrera persiste, y que el Congreso debe analizar el caso dentro de un contexto más amplio que evidencia el alejamiento de la clase política respecto a la realidad ciudadana.

“Se andan en vehículos del Estado blindados que eran de narcotraficantes, como si estuvieran por encima del resto”, criticó, agregando que no se puede seguir contratando ilegalmente a familiares. “La palabra nepotismo viene de nepoti, que significa sobrino. Esa es la raíz del problema, y no se puede jugar así con la ciudadanía”, enfatizó.

El parlamentario mencionó que mantendrá una reunión con la senadora Celeste Amarilla (PLRA) y con otros miembros de la bancada Democrática, esta tarde a las 14:30, para estudiar la situación, y adelantó que acompañará un eventual pedido de pérdida de investidura si este se formaliza.

Nakayama también trazó un paralelismo con el caso de la exsenadora Kattya González, removida con rapidez del Congreso. “Si uno de nosotros hubiera hecho esto, ya se habría llamado a sesión extraordinaria para sacarnos, sin perdonarnos ni un milímetro”, lamentó.

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Finalmente, pidió señales claras por parte del movimiento Honor Colorado y del oficialismo, advirtiendo que no deben “apoyar ni apañar este tipo de comportamientos”.