Los aficionados de Guaraní lanzaron pirotecnia en el sector Este de Dos Bocas cerca del cierre del espectáculo, a modo de despedida del antiguo escenario que será demolido para la construcción del nuevo coliseo.

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El árbitro David Ojeda se acercó a Servio, capitán del Cacique, solicitando que interceda para que los fanáticos paren con los fuegos artificiales. Al encontrar con la negativa del golero, por una cuestión de distancia y la imposibilidad de intervenir por las bengalas, lo amonestó y luego después lo echó, por supuestos excesos verbales.

Servio espera que la Asociación Paraguaya de Fútbol divulgue los audios. Se mostró tan seguro de su actuación manifestando estar dispuesto a rescindir su contrato si encuentran algún maltrato al juez.

Ojeda le dijo al golero que era el encargado de frenar a la gente. El argentino señaló que no podía hacer nada porque se encontraba dentro de la cancha y que los incidentes se registraban afuera. Además, señaló que el hecho debería ser gestionado en todo caso con los encargados del orden público (Policía).

Guaraní medirá el sábado a Nacional en La Visera (18:15). El arco será custodiado por el uruguayo Martín Rodríguez.