
Escasez de peces golpea a pescadores y encarece el producto en los comercios
La escasez de peces en los ríos Paraguay y Paraná afecta gravemente a pescadores de toda la ribera, desde Cerrito hasta Pilar, impactando no solo en su economía diaria, sino también en los prec...
La escasez de peces en los ríos Paraguay y Paraná afecta gravemente a pescadores de toda la ribera, desde Cerrito hasta Pilar, impactando no solo en su economía diaria, sino también en los precios del pescado, que se dispararon en los últimos días.
Pescadores de Ñeembucú en crisis por bajante de los ríos y la escasez de peces
La prolongada bajante del río Paraná es la causa principal de esta crisis. Según Fidel González, un experimentado pescador de la zona de Paso de Patria, los peces se refugian en las profundidades y son cada vez más difíciles de capturar.
“El surubí y el dorado prácticamente no aparecen. Apenas sacamos algo de boga y bagre para salvar el día”, explicó.
González añadió que la situación ya lleva tiempo, pero se agravó en las últimas semanas, generando desesperación entre quienes viven de la pesca comercial.
“La única esperanza está en el turismo. Los fines de semana llegan visitantes que contratan baqueanos para salir al río. Eso ayuda un poco a mover la economía local”, comentó.
Además de la escasez, el problema repercute en los precios. Según Mariza Cabral, comerciante de pescados en la ciudad de Gral. Díaz, los valores actuales son los más altos en años: el kilo de surubí se vende a G. 70.000, el dorado a G. 55.000, la boga a G. 40.000 y el bagre (mandi’i) a G. 28.000.
En Pilar, sobre el río Paraguay, la situación no es diferente. Aunque el nivel del río se mantiene estacionado por encima de los dos metros, no logra estabilizarse ni recuperar sus niveles normales. Los pescadores aseguraron que apenas logran sacar algunas piezas, también limitadas a la boga y el bagre.
El encarecimiento del pescado también afecta directamente a los restaurantes y comedores de la zona, donde los platos a base de pescado han sufrido un notable incremento en su precio, disminuyendo la demanda de los clientes habituales.
Doña Ambrosia Salinas, del comedor El Puente de la ciudad de Pilar, mencionó que la milanesa de surubí subió el precio a 30.000 guaraníes, mientras que el caldo de pescado por ahora trata de mantener el precio de 15.000 guaraníes por plato.
Tanto en el río Paraguay como en el Paraná, la falta de peces amenaza con generar un impacto social mayor si no se revierten las condiciones actuales del cauce.
Los pescadores esperan que las lluvias y futuras crecidas puedan aliviar esta preocupante situación, que ya golpea fuerte a la economía de un importante sector del duodécimo departamento.