La joya franciscana de Atyrá es la iglesia San Francisco de Asís, que se encuentra ubicada en el centro mismo de la ciudad. La iglesia, que tendría más de cuatro siglos, resalta en el paisaje urbano y regala a quienes la visitan una experiencia única.

Un maravilloso antiguo retablo tallado en madera es el legado de los misioneros franciscanos que, con el talento de los indígenas guaraníes que le dieron forma a esta obra. Actualmente forma parte del patrimonio histórico y religioso de Paraguay.

El templo y su entorno siguen siendo el epicentro de la vida social y cultural atyreña.

Arte urbano y conciencia ambiental

Recorriendo las calles empedradas, Atyrá siempre sorprende al visitante por su responsabilidad ecológica, porque en cada rincón se recuerda a la gente la importancia de proteger el medio ambiente.

Una de las postales más llamativas y fotografiadas es el corpóreo de tacuara (bambú) que se sitúa en una de las plazas principales. En este letrero se expone el símbolo de la identidad natural y sostenible que la ciudad fomenta.

Chorro Karumbey, el refugio natural

 A pocos minutos del centro urbano, también se puede encontrar naturaleza entre senderos verdes y paisajes serranos, y se puede apreciar el Chorro Karumbey, en la compañía Monte Alto.

Este salto de agua tiene aproximadamente cuatro metros de altura y es alimentado por un cristalino arroyo que marca el límite natural entre Atyrá y Tobatí.

Es un sitio ideal para refrescarse en el verano, hacer caminatas, despejarse, desconectarse de lo cotidiano y estar en contacto con la naturaleza.

Atyrá se vistió de blanco en honor ala Virgen de la Candelaria

Leyendas vivas: Pombero Róga

 Para los amantes de las tradiciones y los relatos de antaño, Atyrá también ofrece un rincón que está cargado de misterio: el emblemático Pombero Róga.

Allí se ha preparado la casa del mítico Pombero y su compañera, la Pombera, quienes son los personajes centrales de la mitología guaraní.

El recorrido en esta zona incluye esculturas de Tau y Keraná, y la famosa Fuente de la Vida, que da la bienvenida a un paseo interesante por el mundo de los seres míticos populares. Este lugar, por ejemplo, es ideal para los niños que aman los colores y son amantes de las leyendas.

Paseo Peatonal Indio José

 El paso infaltable para el turista que llega a Atyrá es el recorrido en el Paseo Peatonal Indio José. En este lugar se puede encontrar todo en artesanía en cuero, tallados en madera, puestos de productos locales, plantas ornamentales y bancos de madera que invitan a pasear y disfrutar del ambiente agradable de la localidad.

Este espacio es un punto de encuentro ideal para las familias durante los fines de semana y feriados.

Atyrá, además de ser un destino llamativo para las escapadas de fin de semana, también es una comunidad modelo en gestión ambiental y preservación cultural, ya que su gente conserva sus raíces sin renunciar a la modernidad. Existen suficientes motivos para conocerla; la invitación está hecha.

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