
Emoción albirroja: el hijo de Juan Bautista “Mbatí” Agüero recuerda a su padre en la previa del Paraguay–Ecuador
“Miro a la selección y me emociono, porque me recuerda a mi padre, que también vistió con tanto honor la camiseta paraguaya. Hoy veo un equipo joven que devuelve la esperanza a su gente y que ...
“Miro a la selección y me emociono, porque me recuerda a mi padre, que también vistió con tanto honor la camiseta paraguaya. Hoy veo un equipo joven que devuelve la esperanza a su gente y que hace que valga la pena sentarse a ver un partido. Estoy seguro de que estamos a pasos de vivir el Mundial”, expresó Enrique, con la voz cargada de orgullo.
El recuerdo de su padre también le trae a la memoria a Aurelio González, aquel mítico técnico que condujo a la Albirroja en Suecia 1958 y dejó una huella imborrable en la historia del balompié nacional.
De Cabañas a Europa: la ruta de un ídoloNacido en Cabañas, Juan Bautista Agüero comenzó su carrera a los 15 años en el modesto Club 20 de Julio. Luego pasó al 8 de Diciembre de Caacupé, hasta que en 1954 fichó por Olimpia con apenas 19 años. Allí se convirtió en figura: máximo goleador y pieza clave en el tricampeonato de 1956, 1957 y 1958.
Ese mismo 1958 fue inolvidable: con la Albirroja brilló en las Eliminatorias y en el Mundial de Suecia, donde anotó goles a Escocia y Yugoslavia, inscribiendo su nombre en la historia grande del fútbol paraguayo. Mbatí fue una de las grandes figuras que vistió la camiseta paraguaya, dejando su huella en la memoria colectiva del deporte nacional.
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Europa lo esperabaTras su consagración mundialista, Sevilla FC lo fichó y se convirtió en referente durante siete temporadas, con 134 partidos y 39 goles. En 1965 dio un salto histórico al Real Madrid, club con el que alzó la Copa de Europa en 1966, convirtiéndose en uno de los primeros paraguayos en alcanzar semejante gloria.
Su carrera también lo llevó al Granada CF, pero su huella ya estaba marcada: la de un pionero que llevó el talento paraguayo a los estadios más prestigiosos del mundo.
Orgullo eterno“Siempre lo tuve como ejemplo, no solo por lo que hizo en la cancha, sino por la persona que fue porque representó al país y llevó la bandera paraguaya a lo más alto”, recordó Enrique, visiblemente emocionado.
Juan Bautista Agüero falleció el 17 de diciembre de 2018 en Caacupé. Sin embargo, su nombre sigue resonando como sinónimo de goles, hazañas y orgullo nacional.
Hoy, mientras la selección paraguaya de Gustavo Alfaro se juega la clasificación al Mundial 2026 enfrentando a Ecuador en el Defensores del Chaco (20:30), la figura de “Mbatí” vuelve a estar presente en la memoria de los hinchas y, sobre todo, en el corazón de su hijo.
Un testimonio vivo de cómo el fútbol no solo se juega en la cancha, sino también en la emoción que une generaciones.